A la mañana siguiente nos fuimos en un taxi al aeropuerto por 40.000 COPS, nos tomamos un café horrible y un donut peor en el Dunkin’ Donuts, el único lugar que había dentro del aeropuerto. Tomamos el avión y llegamos a Leticia, capital de la región del Amazonas colombiano.
Se sentía el calor típico de la selva nada más abrir las puertas del avión. Nos cobraron la tasa de 20.000 COPS antes de salir del lugar, los cinco nos metimos en el mismo taxi y fuimos hacia elhostel del amigo de Enric, el Jangada, 30.000 COPSpor persona. Nos acomodamos y fuimos a comer conEnric y Angy: desde el minuto 1 nos sentimos entre amigos. Cerramos cuatro días de tour por la selva, 500.000 COPS por persona, con el transporte, el alojamiento y las comidas. Más tarde fuimos a ver a Enric a la universidad y a bañarnos en la piscina, como suena: la universidad tiene una piscina para los estudiantes y era toda para nosotros. Nos explicó cual es su trabajo como antropólogo y nos fuimos a tomar unas polas jejejeje.
El tour por la selva y el rio Yavarí empezó pronto por la mañana desde Tabatinga, Brasil (hay que recordar que Leticia hace frontera con Brasil y Perú). Allí nos esperaba nuestro hombre para todo, Francisco, un buen hombre y muy atento.
Ese día estuvimos todo el día metidos en la lancha hasta llegar a Sacambú, nuestro hospedaje, un lugar sencillo, pero que tenía todo lo necesario para un lugar como aquel.
Por la tarde visita a una especie de reserva de animales donde vimos monos, una anaconda (“Princesa”), los peces más grandes de agua dulce (los pirarucús) y una tortuga vieja. Más tarde nos explicarían que la reserva tenía otras tareas además de rescatar animales, pero eso lo dejaremos para otra ocasión.
En los días siguientes, seguimos en lancha, durmiendo la segunda noche en hamacas con mosquitera en medio de la selva, donde nos cayó un diluvio que hizo que Aitor se despertase en medio de la noche sin conocimiento de lo que sucedía, sin gafas, cogiendo sus cosas y a la vez que cogía una se la caía otra y el resto observando partiéndose de la risa sin entender que es lo que hacía. Al final consiguió con algo de ayuda, llevar y ponerse al resguardo del plástico.
La lluvia hizo que decidiésemos volver a Sacambú a dormir, haciendo una excursión con un buen guía que nos explicó los remedios naturales que hay en los árboles de la selva. También hicimos durante el viaje pesca de pirañas, avistamiento de delfines, anochecer en la laguna, visita a los caimanes de noche, ver tarántulas y ranas de diferentes calidades. Llegamos a la conclusión que el tour que hicimos, con tres días y dos noches es suficiente, pasamos demasiado tiempo en la lancha.
La última noche en Leticia cenamos en El cielo, probando gusanos y pizzas de yuca, y decidimos despedir la ciudad a ritmo de salsa, Leticia es una ciudad que no duerme. Los amigos de Enric recordaban con cariño el paso de Jac por aquel lugar.
lacompanyiaesmoltgrataperonosaltresanemtirant 
wowwwwwwww que GENIAL