Después de casi un mes separados, el reencuentro fue en Jaén de Perú, justo para ver la final del mundial. Había reservado una habitación como Dios manda, en una suite de un hotel, ideal para el reencuentro.Vimos la primera parte de la final del mundial con un argentino y viendo que no era gran cosa nos fuimos al hotel y celebrar el rencuentro.
Estamos en un punto del viaje que después de ver mil lagunas, montañas, glaciales, selvas etc… nos apetece ver menos y disfrutar mas las estancias.
En la frontera con Ecuador, nos encontramos un español de Oviedo, en bicicleta que lleva 10 años viajando. Era abogado y ahora se dedica a hacer de payaso, vive con 450 dolares al mes, duerme en tienda o en parroquias, y solo actúa para organizaciones sin animo de lucro o centros penitenciarios, escribe libros y vende postales. No tiene ningunas ganas de volver, esta vida le gusta tal y como la vive.
Al cruzar a Ecuador, nos vemos en la situación que el militar al cargo esta jugando a una especie de volley, cosa que tenemos que esperar e ir a buscarlo. Ya nos habían avisado, el hombre esta todo el día haciendo lo mismo debido al poco trafico de turistas que pasa por esa frontera en concreto.
Decidimos después de una parada ir a Cuenca directamente a ver el parque nacional de Cajas. Cuenca nos sorprende muy gratamente, es una ciudad muy desarrollada y con unas construcciones muy bonitas.
Allí coincidimos con Isabel y su hermana dos chicas de Murcia conocidas de Facundo, un amigo de Girona que esta en Ecuador desde hace 5 años.
Pasamos el día con ellas en Cajas, comemos y tomamos un cafetito con ellas, charlando de nuestro viaje, de su experiencia, de esto y lo otro.