Cholila es una población chiquita que pertenece a la provincia del Chubut en medio de la Patagonia argentina.
Allí decidieron hacer un día la Feria del Asado, lugar donde en tres días se asan 80 novillos y 500 corderos ni más ni menos. A un precio de 100 pesos la ración, aproximadamente unos 8 euros puedes degustar de un pedazo de carne bastante bueno: choripanes, bife o costillar. El hecho de asar tanta cantidad de carne, hace que no siempre esté a tu gusto, pero lo que cuenta es el ambiente del pueblo en esos días.
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- Cordero a la cruz
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- A comer
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- El previo
Muchas casas ofrecen sus terrenos para acampar por el módico precio de 40 pesos por persona, con baño y ducha a tu disposición. Nosotros fuimos a parar al camping los Cipreses con doña Chavela.
Con los amigos del camping
Allí viven parte de los auténticos patagónicos, los gauchos, un tipo de vaquero con su sombrero típico, e indumentaria a conjunto, auténticos fanes de las jineteadas, concursos de caballos, carreras de galgos, concurso de miss feria del asado, multitud de artesanos y comidas varias, creadores de cerveza artesana, feria típica de caballitos y conciertos todo el día de música tipica del lugar (no era precisamente nuestra favorita)
Allí coincidimos de nuevo con Esteve, un chico de Girona que ya habíamos coincidido en Cafayate al norte del país, el se iba para Buenos Aires y posteriormente Ecuador.
Esteve, un gironí i les seves dues companyes de viatge!
Estuvimos tres días, llegando un jueves por la tarde y nos fuimos el sábado.
El viernes alquilamos unas bicicletas para ir a visitar el lago Cholila, un lugar maravilloso que poca gente conoce. Se encuentra a 18 km del pueblo y la carretera es puro ripio. Traspasamos una verja privada y nos encontramos en medio de la nada con una playita para nosotros mismos. Como Serena se encuentra mal haciendo este tipo de infracciones, nos hicimos la foto y nos volvimos rápidamente, no vaya a ser que el lugareño del lugar nos saque las pistolas jejejejeje.
Comimos carne, carne y más carne. Coincidimos con Ana y Oracio una pareja de panaderos que nos habíamos encontrado en el tren de la Trochita y nos invitaron a un asado. Ellos venían del Bolsón y ya tenían frio después de pasar todo el día allí.
El sábado después de comer más carne, y ver el espectáculo de los caballos, nos fuimos a Ezquel cruzando el parque nacional de los Alerces, para después ir a Trevelín, una ciudad galesa cerca de la frontera e ir al día siguiente para la frontera con Chile.
lacompanyiaesmoltgrataperonosaltresanemtirant 
Que curioso lo del asado! esto por aquí no se ve así, al menos tan espectacular!!!